Los móviles del futuro se enfocarían más en el software que en el hardware, con marcada influencia de los entornos virtuales. Además, revisamos algunas predicciones extravagantes y pedimos opiniones a ChatGPT.
El diseño de los teléfonos se ha mantenido casi invariable desde que el iPhone apareció hace más de 15 años. A diferencia de los aspectos técnicos, los cambios de forma han sido ligeros: el más notable, acaso, sea el crecimiento en pulgadas. ¿La quietud llegará a su fin, conforme la industria se mueve al ritmo de la inteligencia artificial y de los entornos virtuales? Una serie de movidas en el sector avanzan en esa dirección. Con ello, se prevé que los móviles del futuro prescindan de las pantallas o que, al menos, dependan menos de ellas. Aquella sería la próxima gran revolución de los smartphones.
¿Qué ocurrió con los plegables, aquellos que pretendieron ser los protagonistas de la evolución en el negocio móvil? La evidencia estadística muestra que esos modelos aún no mueven la aguja del sector. A cinco años del debut de la categoría —con el primer Galaxy Fold de Samsung—, los modelos que se doblan representan el 5% del mercado mundial de teléfonos inteligentes premium, según Counterpoint.
Con esto no decimos que los smartphones plegables simplemente quedarán en el olvido. En cambio, todo apunta a que los móviles del futuro serán flexibles, aunque aquella no será su característica principal. ¿Qué aparece en el horizonte? Diseños orientados en el software más que en el hardware. Además, nuevos modos de interactuar con el usuario y con otros dispositivos. En este examen, algunas predicciones anticipan smartphones que parecen salidos de Black Mirror, el emblema contemporáneo de la ciencia ficción.
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